La vista desde el restaurante es impresionante, pero

el sonido de las campanas de la iglesia a las 7 am puede ser un poco molesto para quienes son sensibles al ruido. Sin embargo, la hospitalidad del personal y la calidad de la comida bien valen la pena. Además, el ambiente acogedor te hace sentir como en casa.

El ambiente encantador del hotel es realmente acogedor.

La habitación que nos dieron estaba en la tercera planta y no hay ascensor, lo que complicó mucho el subir con las maletas. También, el desayuno era bastante limitado y no vimos opciones adecuadas para comenzar bien el día. Finalmente, el ruido del restaurante se filtraba en la habitación, lo que arruinó un poco la tranquilidad que esperábamos.

El desayuno era delicioso, especialmente el cheesecake.

el personal era muy amable, la vista al mar era impresinante. el ruido del restaurante se escuchaba en la habitación.

Las habitaciones eran tan cómodas que me sentí como si estuviera en un spa de lujo, se notaba el aire acondicionado que refrescaba más que un helado en un día de verano. Además, tenían una cafetera que me hizo sentir como un barista con talento cada mañana.

Algunas áreas estaban un poco descuidadas

La habitación era muy cómoda, se notaba que habían reformado todo y estaba súper limpia. Tenía unas vistas preciosas, y el colchón era tan cómodo que dormí como un tronco. También, las sábanas eran de buena calidad, eso siempre se agradece. Solo que los ruidos del restaurante a veces se filtraban un poco.

Recomiendo para parejas buscando tranquilidad

Todo fue perfecto, desde la cálida bienvenida que recibimos a las 19:30, hasta la hermosa vista desde la terraza. Disfrutamos de un almuerzo al día siguiente, el sabor y el servicio fueron impecables, especialmente el cannelloni que nunca olvidaré.

No fue barato, pero aun así aceptable.

Una estancia muy bien cuidada con vistas preciosas. Es un lugar acogedor que te hace sentir como en casa.

El ruido de las campanas a las 7 am me despertó más rápido que un espresso!

La habitación era pequeña pero limpia, con un colchón súper cómodo. El desayuno simple, pero el cheesecake delicioso. El ruido del restaurante interfería un poco en la tranquilidad de la estancia.

La estancia fue agradable, especialmente la limpieza de la habitación y la comodidad del colchón. El desayuno era variado y delicioso, destacando los platos de pescado. Sin embargo, el ruido de las campanas a primera hora de la mañana fue molesto, y el restaurante a veces hacía que la tranquilidad se viera interrumpida. Además, el acceso a ciertas habitaciones puede ser complicado sin ascensor, lo cual fue un inconveniente.

La habitación tenía un estilo acogedor y una vista al mar que fue impresionante. Disfruté de un desayuno variado y el café de la máquina fue mi forma favorita de empezar el día. El lugar tenía una atmósfera que me hizo sentir como en casa, lo que me agradó mucho. El restaurante exhibió buena comida mediterránea. Fue una buena experiencia.

El ruido del restaurante a veces interfería con la tranquilidad de la habitación. Algunas áreas del hotel podían haber sido más cuidadas.

un lugar que te hace sentir como en casa desde el primer momento

cómoda habitación, vistas preciosas

sonido de campanas

Un lugar encantador con habitaciones muy acogedoras y limpias, incluso disponen de nevera. El desayuno fue sencillo, pero delicioso, especialmente el queso de cabra. Sin embargo, puede ser un poco ruidoso debido a las campanas de la iglesia. Volveríamos sin dudarlo.

La habitación fue muy acogedora y el restaurante tiene vistas impresionantes. Nos prepararon una deliciosa paella vegetariana.

me sentí como en casa al instante, no tengo ninguna razón para quejarme